Martín Crusat y Patricia Elola |
Por Luisdondome / Dic 13, 2021
En los últimos años, he conocido diversas historias de personas que recondujeron sus vidas hacia el emprendimiento como consecuencia de pérdida del trabajo en unos casos, por el retorno a nuestro país tras haber estado trabajando fuera en otros, o por otras circunstancias personales o familiares.
En el día de ayer, en la Feria Etiqueta Negra de Pontevedra conocí a una persona que ejemplifica a la perfección una de estas historias de emprendimiento que dan como resultado la obtención de algo excepcional, y no solo por lo que de aventura personal supone, sino por el éxito del producto resultante fruto de sus experiencias anteriores, y de su trabajo, algo que incluso se puede saborear.
Para entender lo que voy a contar después hay que conocer algo de las vidas de los propietarios de la empresa: Patricia Elola y Martín Crusat. Ambos se conocieron en Nápoles el el ultimo año de sus respectivas carreras, y tras finalizar estas pasaron tres años en Vietnam realizando estudios de postgrado. Tras vivir los dos un tiempo en Holanda, vuelven a España para "enraizar junto a las viñas de la familia de Martín e iniciar un nuevo proyecto vital".
Es entonces cuando se hacen cargo de la bodega familiar, Adega do Vimbio, modificando la manera de trabajar las viñas para obtener una uva de la mejor calidad posible, minimizando a la vez el impacto medioambiental, aunque para ello hubiera que asumir una reducción importante de la productividad de esta. Empiezan produciendo sus vinos bajo el amparo de la D.O.P. Rías Baixas, pero en 2020 deciden abandonar la DO para poder disponer de una mayor libertad para elaborar sus vinos con la mínima intervención y que de esta manera puedan expresar mejor su terroir. Una decisión valiente que se vio recompensada por las altas puntuaciones de sus vinos otorgadas por la prestigiosa Guía Parker.
Lo que realmente me llamó la atención es la idea que tuvieran Patricia y Martín, a partir de la cual nace una nueva linea de productos bajo el nombre de Viravolta: La Cocina Retornada.
Parte de una experiencia que es vivencial, emotiva y gastronómica a la vez, y surge de la idea de coger los sabores de otras tierras, aquellas en las que vivieron o que conocieron viajando, y descubrieron productos y sabores que ya en Galicia quisieron reinterpretarlos utilizando los productos gallegos.
Cierto día, se percatan que unos pimientos de Padrón que habían cultivado en la huerta de su casa, se tornaron de color rojo, y en ese momento se les ocurrió hacer una Sriracha, una salsa picante vietnamita que ellos habían tomado en su estancia en Saigón. Se ponen manos a la obra a prepararla con los pimientos, y el resultado resulta ser espectacular, por lo que deciden sacarla al mercado con el nombre de Vietnam, naciendo en ese instante el concepto creativo de La Cocina Retornada.
A esta salsa, y puestos a desarrollar el concepto, se le suman posteriormente tres productos mas, productos sumamente originales e interesantes, a los que con toda seguridad se le han de sumar otros mas. Estos son los productos obtenidos por este concepto de La Cocina Retornada:
Esta salsa se puede usar como aderezo. También aconsejan añadirla a sopas, cremas, guisos, pasta, arroces, pizzas, etc. Si os gusta darle un poco de picor a vuestro plato, no os privéis.Este pesto, además de salsa para pastas, puedes tomarlo con queso, en tostas, en la pizza, para bocadillos... su untuosidad y ligero amargor conquistará tu paladar.
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