¿Caminamos hacia una crisis alimentaria global?


Luisondome


¿Como influye nuestra alimentación en la crisis climática? 

Sobre el aumento de la población global, el agotamiento de los recursos naturales y la reducción del suelo disponible. 

 

Introducción

Al Panel de Expertos de la ONU sobre Cambio Climático, tras el Acuerdo de París de 2016, se le encomendó la tarea de evaluar la relación entre el uso del suelo y el calentamiento global de la Tierra. Recientemente este Panel ha dado a conocer sus conclusiones que dejan clara una cosa: hay que cambiar muchas cosas sobre como los humanos obtenemos los alimentos, planteando nuevas soluciones para reducir la emisiones de gases de efecto invernadero para salvar el planeta de los efectos de la crisis climática y de la contaminación del aire, las aguas y los suelos. Y eso implica cambiar la dieta entre otras cosas. Los expertos nos alertan sobre los excesos en el uso del suelo, y de los efectos negativos que pueden tener sobre nuestra capacidad de producir alimentos, pero no entra el informe en analizar la evolución de los recursos pesqueros y acuícolas, de como la contaminación amenaza la sostenibilidad de los mismos, y de como podría verse afectada la producción mundial de alimentos dado el previsible incremento de la población mundial y la creciente demanda de los mismos desde las sociedades mas pobladas y con altas tasas de desarrollo. 

 

Freno a la fórmula de la bioenergía 

El biodiésel a escala mundial desplaza a la comida, advierte el informe. Una de las soluciones adoptadas generalmente por los estados para cumplir con su compromisos de emisiones ha sido la apuesta por los biocarburantes. La bioenergía que se obtiene a base de cultivos como la palma o la colza. Los expertos avisan de los riesgos y aseguran que hay límites al cultivo de estas variedades. ¿Por qué? La proliferación de estas plantaciones puede suponer efectos "irreversibles" en la desertización de la tierra. 

 

Lo que describe el Panel es que la idea de recortar emisiones de CO2 a base de sustituir el combustible fósil por, por ejemplo, biodiésel, tiende a crear una competencia por el suelo entre los cultivos para energía y los destinados a producir variedades que alimenten a la población.

 

El documento incluye una advertencia: "Muchas de las respuestas necesitan su tiempo para producir sus efectos". Sin ir más lejos, señalan que medidas como cambiar la manera de producir o variar la dieta precisan de un periodo de adaptación. Incluso la reforestación de la cubierta vegetal no se consigue rápidamente pues las plantas necesitan tiempo para crecer y desarrollarse. 

 

La desertización, la degradación del suelo y la deforestación 

El uso intensivo del suelo lo arrastra a su degradación: deforesta, aplica grandes cantidades de fertilizante y multiplica el ganado. El suelo tratado así se pasa a ser de almacén de gases a emisor de gases. Pero, además, los expertos han observado que el terreno explotado bajo estas premisas tiende a degradarse, Se vuelve más vulnerable, y deja de producir. La ONU recuerda que hace falta seguir utilizando el terreno para obtener comida por lo que agotarlo es mala política. "Hay un límite en lo que puede hacerse. Algunos efectos pueden ser irreversibles", aclara el IPCC. 

 

Cómo influye la comida en la crisis climática 

Tras años y años abordando la emisión de gases de efecto invernadero para generar electricidad en centrales térmicas o el uso de hidrocarburos para el transporte, la ONU dice que es preciso cambiar la forma de producir alimentos. La ciencia indica que, al menos, un 23% de los gases responsables del cambio climático provienen de esa forma de obtener la comida. Los expertos calculan que la producción de comida lanza unas 11 giga-toneladas de gases a la atmósfera. Son 11.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a base de prácticas agrícolas, cambios en el uso del suelo, en el almacenamiento, transporte, procesamiento, empaquetado y consumo de los productos. El IPCC ha calculado que la cantidad de gas que todavía se podría emitir para contener el incremento de la temperatura a 1,5oC es de 570 Gt. Si no se atajan todos los focos que hacen que aumenten sin cesar estas emisiones, los números no dan. 

 

Garantizar que haya comida para todos es una de las principales preocupaciones 

Pero es una vía de doble sentido. Los métodos de producción exacerban la crisis climática y los efectos del cambio climático ponen en riesgo el suministro de alimentación. Afecta a toda la cadena: la cosechas son peores así que hay menos comida disponible. Eso empeora el acceso a la comida, lo que hace más caros los alimentos y además estos son de peor calidad. 

 

Factura climática de la comida 

La mayoría de la superficie terrestre del planeta se dedica a producir alimentos o vestido. Hasta un 72% del suelo libre de hielo está destinado a mantener a la población. El informe explica qué implica esta presión: el incremento en la producción de comida ha acelerado el uso intensivo de la tierras. También ha obligado a aumentar la aplicación de fertilizantes a base de nitrógeno y el consumo de agua para el riego.

 

Todo esto ha multiplicado las emisiones. El cambio de uso de los suelos para sostener este crecimiento global ha contribuido a la cantidad de CO2 lanzado "sobre todo por la deforestación", explican. Es decir, la desaparición de árboles para dar paso a campos de cultivo o pastos para rebaños. También ha subido la cantidad de óxido nitroso emitido (N2O) por la agricultura y la de metano (CH4) por el ganado. Hasta la mitad de este gas, de gran potencial invernadero, sale de las cabañas ganaderas. 

 

Las medidas que ponen encima de la mesa abarcan desde la reducción en las emisiones de N2O de los fertilizantes, la del metano de los arrozales, la mejora genética para que los cultivos soporten mejor las sequías y que el ganado tenga una mejor alimentación además de gestionar sus desechos. Le atribuyen un potencial de ahorro entre 1,4 y 4 gigatoneladas de gases al año.

 

(Fuente: Perspectivas de Población 2019)


Una población en crecimiento 

En 1950, cinco años después de la fundación de las Naciones Unidas, se estimaba que la población mundial era de 2.600 millones de personas. Se alcanzaron los 5.000 millones en 1987 y, en 1999, los 6.000 millones. En octubre de 2011, se estimaba que la población mundial era de 7.000 millones de personas. 

 


Para conmemorar este acontecimiento histórico, se puso en marcha un movimiento global llamado "Un mundo de 7 mil millones".

Se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, pasando de los 7.700 millones actuales a los 9.700 millones en 2050, pudiendo llegar a un pico de cerca de 11.000 millones para 2100. 

 

Este crecimiento tan drástico se ha producido en gran medida por el aumento del número de personas que sobreviven hasta llegar a la edad reproductiva y ha venido acompañado de grandes cambios en las tasas de fecundidad, lo que ha aumentado los procesos de urbanización y los movimientos migratorios. Estas tendencias tendrán importantes repercusiones para las generaciones venideras. 

 

Los países más poblados: China e India 

Un 61% de la población mundial vive en Asia (4.700 millones), un 17% en África (1.300 millones), un 10% en Europa (750 millones), un 8% en Latinoamérica y el Caribe (650 millones) y el 5% restante en América del Norte (370 millones) y Oceanía (43 millones). China (1.440 millones) e India (1.390 millones) continúan siendo los países con mayor población. Ambos cuentan con más de 1.000 millones de personas y representan el 19% y 18% de la población mundial respectivamente.

 


Se esperaba que, sobre 2027, la India superara a China como el país más poblado del mundo, pero el hito se ha adelantado cuatro años. Por el contrario, se estima que China reduzca su población en 31.400 millones (un 2.2% menos) entre 2019 y 2050. 



Pero no es este el único factor que es causa de preocupación para los expertos. Al aumento de la población en los países mas poblados del planeta, se añade su alto grado de desarrollo que los hace mas demandantes de recursos, tanto energéticos, como alimentarios, con el efecto que este hecho tiene sobre la relación entre la oferta, la demanda, y por lo tanto sobre los precios, y la preocupación sobre una potencial escasez de alimentos y de como podría esta afectar a sectores de la población mundial.   


La acuicultura y la pesca 

Según un informe de la FAO de 2018 sobre el Estado Mundial de la pesca y la acuicultura, la producción pesquera mundial alcanzó un máximo de aproximadamente 171 millones de toneladas en 2016, de los cuales la acuicultura representó un 47% del total (un 53% si se excluyen los usos no alimentarios, incluida la reducción para la preparación de harina y aceite de pescado). El valor total de la primera venta de la producción pesquera y acuícola en 2016 se estimó en 362 000 millones de USD, de los cuales 232 000 millones de USD procedían de la producción acuícola. 

 

Ante la estabilidad de la producción de la pesca de captura desde finales de la década de 1980, la acuicultura ha sido la desencadenante del impresionante crecimiento continuo del suministro de pescado para el consumo humano. Entre 1961 y 2016, el aumento anual medio del consumo mundial de pescado comestible (3,2%) superó al crecimiento de la población (1,6%) y también al de la carne procedente de todos los animales terrestres juntos (2,8%). En términos per capita, el consumo de pescado comestible aumentó de 9,0 kg en 1961 a 20,2 kg en 2015, a una tasa media de aproximadamente un 1,5% al año. Las estimaciones preliminares relativas a los años 2016 y 2017 apuntan a un nuevo aumento hasta alcanzar unos 20,3 kg y 20,5 kg, respectivamente. El incremento del consumo se debe no solo al aumento de la producción, sino también a otros factores, entre ellos la reducción del despilfarro. 

 

En 2015, el pescado representó alrededor del 17% de la proteína animal consumida por la población mundial. Además, el pescado proporcionó casi un 20% del aporte medio de proteínas animales per capita a unos 3 200 millones de personas. A pesar de los niveles relativamente bajos de consumo de pescado, la proporción de proteínas del pescado presente en las dietas de la población de los países en desarrollo es más elevada que la de la población de los países desarrollados. El mayor consumo de pescado per capita, más de 50 kg, se observa en varios pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), especialmente en Oceanía, mientras que los niveles más bajos, justo por encima de los 2 kg, se registran en Asia central y algunos países sin litoral. La producción de la pesca de captura mundial fue de 90,9 millones de toneladas en 2016, un pequeño descenso en comparación con los dos años anteriores. La pesca en aguas marinas y continentales representó un 87,2% y un 12,8% del total mundial, respectivamente. 

 

Estos son los datos, pero hay un hecho a tener en cuenta para la sostenibilidad de los recursos pesqueros del planeta, y es la creciente contaminación del medio marino y fluvial y de como pueda afectar esta a la generación futura de los suficientes recursos pesqueros tan necesarios para una población en aumento y con creciente demanda. 

 

Consecuencias de la contaminación marina 

Las consecuencias de la contaminación son muy diversas y ya se están dejando notar. 

 

Las islas de plástico 

Según nos cuenta la bióloga Ariadna García-Astillero en su artículo Contaminación marina: causas y consecuencias publicado para Ecología Verde,como resultado de la contaminación plástica han surgido islas hechas totalmente de plástico. El Gran Parche de Basura del Pacífico se descubrió en 1997 y ocupa una superficie mayor a la de España, Francia y Alemania juntos, se localiza entre Hawaii y California y se estima que su peso ascendería a 80.000 toneladas métricas. Además, en estos últimos años se han detectado varios parches más, otro en el sur del océano Pacífico cerca de las costas de Chile y Perú, y otro en el norte del océano Atlántico próximo a las costas estadounidenses. Estas islas plásticas se mantienen por la existencia de vórtices creados por los giros oceánicos, un tipo de corriente de agua circular. 

 

La eutrofización y la falta de oxígeno 

Una de las consecuencias de los vertidos de aguas residuales y otros productos químicos es la eutrofización. Debido a la proliferación de las algas, el oxígeno disuelto en el agua se agota por lo que casi ningún organismo puede sobrevivir en esas condiciones de anoxia. Además, en estas circunstancias pueden liberarse otras sustancias tóxicas como los óxidos de nitrógeno, gases de efecto invernadero más potentes que el dióxido de carbono. Estas zonas tan eutróficas se conocen como zonas muertas, y de entre las más de 400 que se estima existen, destaca la del Golfo de México. 

 

Acidificación de los océanos 

Por otro lado, las industrias contribuyen doblemente a la contaminación oceánica, no solo con los residuos que generan si no también con las emisiones de gases de efecto invernadero que están provocando una acidificación de nuestros océanos. De manera natural el CO2 se disuelve en el agua de los océanos liberando protones como resultado de dicha reacción causando una disminución del pH del agua y por tanto una acidificación de la misma. Esta acidificación afecta a los procesos de calcificación dificultando la formación de carbonato cálcico. Esto se ha traducido en el blanqueamiento de los corales y en la debilidad de las estructuras calcáreas que protegen y dan forma a moluscos, crustáceos y diferentes microorganismos (diatomeas, cocolitofóridos, fominíferos). 

 

Pérdida de biodiversidad por la contaminación marina

Por último, hay que señalar como una de las peores consecuencias de la contaminación marina la pérdida de biodiversidad, ya que al final todos estos agentes (plásticos, químicos, metales) y procesos (eutrofización, acidificación) afectan negativamente a la vida marina. Desgraciadamente, las especies que están sufriendo más las consecuencias de la contaminación marina son las especies que ya se encuentran en peligro de extinción a las cuales se les suma más presión. No hay que olvidar que muchas de estas especies que están desapareciendo son las que se encuentren en la cima de la pirámide trófica, como los grandes depredadores (orcas, tiburones, tortugas, focas) y su desaparición desencadenaría efectos negativos en las comunidades. 

 

Como reflexión final cabe destacar la necesidad de crear una conciencia general de conservación de los océanos y considerarlos, no como nuestros vertederos, sino como fuentes de salud y bienestar porque no hay que olvidar que el ser humano tiene una relación muy estrecha con los mares y es por eso por lo que al final todo lo que es echado en ellos, nos será devuelto. Por lo que si nos importa nuestra salud, también debería importarnos la salud de los océanos. 

 

La Agenda 2030 

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (Agenda 2030 para abreviar) ofrece una visión de un mundo justo y sostenible, libre de pobreza, hambre y malnutrición y comprometido con la igualdad y la no discriminación. En la Agenda 2030 también se fijan objetivos relativos a la contribución y la práctica de la pesca y la acuicultura en pro de la seguridad alimentaria y la nutrición, así como la utilización de los recursos naturales por parte del sector, de tal manera que se garantice un desarrollo sostenible en términos económicos, sociales y ambientales, en el contexto del Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO (FAO, 1995). 

 

Un desafío importante para la aplicación de la Agenda 2030 es la diferencia de sostenibilidad entre los países desarrollados y los países en desarrollo, la cual ha dado lugar en parte a un aumento de las interdependencias económicas, junto con una limitada capacidad de gestión y gobernanza en los países en desarrollo. Para eliminar esta disparidad al tiempo que se realizan progresos en relación con la meta de la restauración de las poblaciones sobre-explotadas establecida en la Agenda 2030, es necesario que la comunidad mundial apoye a los países en desarrollo para que alcancen todo su potencial pesquero y acuícola. 

Luisondome #Gastronomía y #Turismo de #Galicia 2.0

Equipo de bloggers que promocionan la #gastronomía y el #turismo de #Galicia desde el 2.0

Una maravillosa experiencia gastronómica de la mano del Chef Rafa Centeno, Luis y Alejandro Paadín, y la D. O. Monterrei


 Luisondome

El Castillo de Monterrei, hoy convertido en Hotel-Parador

Según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), la palabra gastronomía nace de la unión de dos palabras griegas: gastros (estómago) y nomos (conocimiento). En un sentido estricto, su objeto es el arte y el disfrute culinario, la relación entre preparar, servir y consumir comida.


Sin embargo, una experiencia gastronómica es el conjunto de sensaciones vividas por una persona al acudir a un bar o restaurante a disfrutar de los platos de su carta, de su bodega, y del ambiente. Engloba desde la decoración del lugar, la iluminación, la cercanía del personal hasta las cartas de platos y bebidas que ofrece el local. La gastronomía es el elemento principal y cada plato, cada vino, cada elemento de que está compuesto el menú, es un universo por descubrir. 


Una buena experiencia gastronómica se logra con la combinación de todos los elementos mencionados anteriormente, al que se le puede añadir alguno más, de carácter extraordinario, como puede ser en este caso el aprendizaje sobre el maridaje de los vinos de una determinada zona vitivinícola, con una serie de platos preparados por un cualificado Chef. Los afortunados presentes en el evento "Armonía de los vinos de Monterrei" celebrado en el Restaurante Maruja Limón de Vigo, pudimos disfrutar de una experiencia única, emocionante y memorable. 


Cada plato del menú elaborado por el Chef Rafa Centeno no es solo un conjunto elaborado de ingredientes, sino una obra de arte capaz de envolver a quien lo disfruta, por tanto, una experiencia gastronómica es más que simplemente comer algo, es toda una vivencia sensorial, que va más allá del paladar y que cautiva todos nuestros sentidos.


Viñedo de la D.O. Monterrei. Foto: D.O. Monterrei


Pues todo esto es lo que hemos podido disfrutar de la mano de tres personajes y una Denominación de Origen Monterrei, patrocinadora del evento, organizado por Luis y Alejandro Paadín, de Paadín Eventos, en el Restaurante Maruja Limón de Vigo, reconocido con una estrella Michelin que ostenta orgulloso su Chef Rafa Centeno. Una perfecta combinación que auguraba una jornada memorable, como así fue.


La jornada comenzó por una degustación con explicación de Luis Paadín de 7 vinos de la D.O. Monterrei para conocer y entender las particularidades de estos en función de la variedad de uvas con la que estaban elaborados, y el tipo de suelo: sedimentos, esquistos o granítico sobre el que las vides están cultivadas.


El Maridaje de platos y vinos


El maridaje es el proceso de unir una comida o un determinado plato con la bebida que mejor casa con ella. En el ámbito de la restauración normalmente el maridaje se refiere a combinaciones de platos y vinos, y es el sumiller el encargado de recomendar las combinaciones a los comensales.


Rafa Centeno, Chef del Restaurante Maruja Limón nos preparó para la ocasión un menú conformado por dos aperitivos, cuatro platos y un postre, todos ellos presentados por el Jefe de Sala Juan Díaz Santos-Agaba, y maridados los platos con once vinos de la D.O. Monterrey, presentados y explicados los maridajes por Alejandro Paadín.


Aperitivos:


Buñuelo de Champiñón y trufa. Foto: LD

  • Buñuelo de champiñón y trufa, maridado con dos vinos de Godello Regional: 
    • Alma de Autor 2022
  • Royal de galo Celta y mole de castaña 
    • Crego y monaguillo 2022


Platos: 


Rape madurado y pistacho, maridado con dos vinos de la variedad Treixadura del valle 
    • Quinta das Tapias, Colección 2022
    • Serra de Alén 2021
Vieira Gallega con geleé de jamón, maridado con vino blanco de altitud: Foto: LD
    • Tabú Stivadia 2022
    • Vía Arxéntea 2022
Merluza curada y anguila ahumada, maridado con vino tinto de altitud. Foro: LD
    • Fanrela 2022
    • Triay 2022
Costilla de vaca a la brasa, maridada con vino tinto del Valle. Foto: LD
    • Fraga do Corvo 2022
    • Ladairo 2022


Postre:


Tocinillo de vainilla, cardamomo y huevas de la pasión. Foto: LD


    Sobre la D. O. Monterrei


    Tres vinos de la D.O. Monterrei en la cuvitera. Foto: LD

    La zona de producción amparada por la D.O., incluye 566 hectáreas. de viñedos repartidos por dos sub-zonas claramente diferenciadas: El Valle y La Ladera. Dicha diferenciación viene dada por la gran variedad de suelos que unida a los microclimas generados en las laderas, producen unos vinos con características diferenciadas, personales y con gran complejidad de aromas.


    Vino blanco de la D.O. Monterrei. Foto: LD


    En lo que al clima se refiere, la D. O. Monterrei pertenece a la Cuenca del Río Duero, que es donde desemboca el Río Támega que recorre el territorio de norte a sur. El clima por tanto es Mediterráneo templado con tendencia continental, e influenciado por las corrientes de aire procedentes del Océano Atlántico. Los veranos son calurosos y secos, mientras que los inviernos son fríos, con grandes oscilaciones térmicas en el otoño, lo que es beneficioso para la correcta maduración de la viña.


    Litología del suelo. Imagen: Paadín


    Existe en la D.O. una amplia variedad de suelos: los hay pizarrosos y esquistosos, muy adecuados para los tintos, mientras que los suelos arenosos y graníticos, de pH muy bajo, dan vinos blancos muy frescos y de intensos aromas. También en la zona hay suelos arcillosos que favorecen la retención de la humedad en las épocas de sequía.


    La D.O. de Monterrei en cifras. Grafica: Paadín


    Toda esta variedad de suelos y climas posibilitan el cultivo de las variedades autóctonas de esta D.O. en óptimas condiciones, que permiten obtener vinos de gran carácter y marcada personalidad. Pues es en este ámbito en el que trabajan los 389 viticultores de la zona que envían sus uvas a las 27 bodegas para su conversión en vino. La D.O. es la mas joven de las DO gallegas, pero en los años de su existencia ha logrado una gran notoriedad por la calidad de sus vinos.


    Variedades de la D. O. Monterrei. Imagen: Paadín


    Las variedades preferentes de la D. O. son:

    • Blancas: Dona Branca, Modelo y  Treixadura
    • Tintas: Mencía y Merenzao

    Las variedades autorizadas de la D. O. Son:

    • Blancas: Albariño, Branca de Monterrei, Caiño Blanco y Loureira
    • Tintas: Tempranillo, Caíño tinto y Sousón


    Sobre Rafa Centeno



    Rafa es un chef autodidacta con mas de 20 años de trayectoria. Logró su estrella Michelin en el año 2010. También está reconocido por la Guía Repsol con dos soles. Lo que nos propone Rafa en su carta es una visión fresca y limpia de la gastronomía gallega, basada en los productos de cercanía, respetando la tradición de la cocina gallega, pues solo entendiendo sus raíces, se puede hacer una cocina creativa.


    Sobre Luis y Alejandro Paadín



    Luis y Alejandro Paadín, padre e hijo, llevan toda una vida dedicados a la divulgación eno-gastronómica de Galicia, Miembros ambos e la Federación Internacional de Periodistas y Escritores del Vino (FIJEV), asó como de la Asociación de Sumilleres de Galicia “Gallaecia”, son también socios fundadores de la Asociación de Lagares Rupestres de España,  colaboradores en temas de vino y gastronomía de las Revistas Travelling y Cepas y Vinos, e intervienen  en diversos programas de radio sobre gastronomía.


    Son habituales participantes en catas y concursos tanto regionales como nacionales e internacionales, como el Concourse Mondiale de Bruselas, Vinalíes,  Top Ten Portugal, Cine, Tastevinage de Bourgogne, Concourse das Vins du Val de Loire,  Terravino Israel, o Citadelles du Vin.


    Alex explicando el vino y su maridaje


    Su pasión por conocer los vinos del mundo,  les llevó a visitar mas de un centenar de regiones vitivinícolas en mas de 30 países del mundo. Pero la obra de su vida es la elaboración de la Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia, cuya primera Edición fue en el año 2010, y que ya va por la XIII Edición. La Guía es una completísima recopilación con puntuación no solo de la totalidad de los vinos de Galicia, sino que también contiene información sobre la producción vinícola de la región, sobre los lagares rupestres de esta, así como una serie de apuntes gastronómicos sobre armonías del vino, lugares donde comer, hoteles donde dormir y las tiendas de vino mejor surtidas de Galicia.




    Es la Guía de Vinos una obra de referencia para quienes gustan saber de la viticultura y la gastronomía gallegas, una obra de la cual me honro en respaldar como mecenas desde su primera Edición.



    Fuente: Guía de Vinos, destilados y Bodegas de Galicia 2023

    Luisondome #Gastronomía y #Turismo de #Galicia 2.0

    Equipo de bloggers que promocionan la #gastronomía y el #turismo de #Galicia desde el 2.0

    Las gigantescas empresas de alimentación están arruinando silenciosamente tus snacks favoritos y esperando que no te des cuenta


    Jairaj Devadiga

    A medida que aumentan los costos, las empresas se ven obligadas a aumentar los precios o reducir los costos de sus alimentos favoritos escatimando en ingredientes. Chelsea Jia Feng/BI

    Cuando era niño, me emocionaba cuando llegaba el domingo. Después de jugar todo el día bajo el calor abrasador, mis amigos y yo nos refrescábamos con una botella de vidrio fría de Coca-Cola. Era el único día de la semana que me permitían tenerlo.


    Dejé mi hábito de los refrescos hace unos años para estar más saludable. Pero recientemente decidí regalarme una lata de Coca-Cola fría, en un pequeño intento de recuperar la alegría de esos calurosos días de verano.


    Pero la Coca-Cola no sabía tan bien como antes y dejó un regusto extraño. Pensé que podría haber algún problema con la lata, o tal vez mis recuerdos rosados de la infancia nublaron mi juicio. Pero mientras satisfacía mi impulso, encontré lo mismo. Incluso los amigos consumidores de Coca-Cola con los que hablé estuvieron de acuerdo: el sabor había cambiado.


    No era sólo Coca-Cola; Otros alimentos de mi infancia ahora saben diferentes. Las barras de chocolate Dairy Milk que solía disfrutar después de la escuela no son tan cremosas y tienen un sabor demasiado dulce. Las patatas fritas de Lay no tienen el mismo sabor que antes. Un paseo por Reddit muestra que no estoy solo: miles de personas han notado que la calidad de sus snacks favoritos empeora.


    "Galletas saladas Ritz. Por alguna razón inexplicable, tal vez hace unos 5 años las galletas saladas pasaron de ser agradables, firmes y sumergibles a hoy en día se desmoronan fácilmente en pedazos incluso con la inmersión más ligera", se quejó un usuario hace unos años.


    "Podrías morder un Twix y sentir tus dientes atravesar una gruesa capa de caramelo", se lamentó otro Redditor, y agregó: "Ahora se parten por la mitad y saben a galleta de azúcar con un poco de chocolate".


    "Los Breyers solían ser los mejores para los helados comprados en las tiendas, pero ahora es un desastre", dijo un tercero.


    La gente no se imagina estos cambios: los fabricantes están modificando silenciosamente sus recetas para ahorrar dinero y mantener sus márgenes de beneficio. El fenómeno, que ha sido llamado "skimpflation" y "flavorflation", es una forma de ocultar el impacto de la inflación y evitar trasladar los mayores costos al consumidor. Pero al reemplazar ingredientes costosos por otros más baratos, las empresas también están haciendo que los alimentos sean menos sabrosos, menos saludables y menos satisfactorios.


    Cuando los costos suben, las empresas escatiman en ingredientes


    En su mayor parte, las empresas no están obligadas a anunciar cuándo cambian sus recetas, por lo que puede ser difícil saber cuándo se transforman los bocadillos que disfruta. Afortunadamente, los periodistas y los consumidores observadores han descubierto suficientes piezas del rompecabezas para tener una idea de lo que está sucediendo.


    En un ejemplo notable, el año pasado el gigante procesador de alimentos Conagra redujo el contenido de aceite vegetal en su margarina Smart Balance del 64% al 39%, reemplazando el resto con agua. La compañía no transmitió este cambio, pero los consumidores se enfurecieron cuando notaron el cambio de sabor. Después de recibir casi 1.000 reseñas de una estrella en su sitio web, Conagra prometió recuperar la antigua fórmula.


    Pero este tipo de movimiento de masas es una excepción a la regla. Durante años, las empresas han escatimado en ingredientes y es poco probable que dejar una mala crítica cambie el rumbo. En 2013, Breyers redujo la cantidad de grasa láctea en su helado lo suficiente como para que ya no calificara legalmente como helado; la empresa tuvo que volver a etiquetar sus productos como "postres lácteos congelados". Si bien negó haber cambiado la receta por razones de costos, un competidor que hizo un cambio similar dijo que fue para reducir los costos de producción. Los informes han descrito que los fabricantes de chocolate reemplazan la manteca de cacao con aceite de palma o de girasol, lo que ha provocado que los amantes del chocolate se quejen de su textura "cerosa y artificial". Ferrero enfureció a sus fanáticos en 2017 al reducir la cantidad de cacao en Nutella. Incluso la fórmula de Coca-Cola ha cambiado: en 1984, la empresa había sustituido el azúcar por jarabe de maíz con alto contenido de fructosa. Las restricciones a las importaciones de azúcar y los subsidios gubernamentales al maíz habían hecho que el azúcar fuera mucho más caro que los productos de maíz.


    Cuando el costo de los ingredientes aumenta, la decisión de ajustar la composición de un snack es, en última instancia, un cálculo de lo que los consumidores estarán más dispuestos a aceptar: precios más altos o un sabor diferente.

    Estos reemplazos repentinos parecen haber aumentado en los últimos años, ya que las interrupciones causadas por la pandemia provocaron que el costo de los ingredientes se disparara. Por ejemplo, este año Conagra volvió a cambiar una de sus recetas: redujo el contenido de grasa en su aderezo para ensalada italiano Wish-Bone House en un 10%, reemplazando el aceite con agua y más sal. Y los periodistas de The Guardian compilaron recientemente una lista de empresas que reducen las cantidades de ingredientes clave en sus productos: aguacate en guacamole, huevo en mayonesa y aceite de oliva en diversas pastas para untar.


    Los medicamentos de venta libre tampoco están exentos. Edgar Dworsky, abogado y defensor del consumidor, ha recopilado ejemplos de recetas modificadas, como un jarabe para la tos que contenía la mitad de su ingrediente activo que hace seis años. Mientras tanto, una marca de enjuague bucal tenía la mitad de fluoruro de sodio en sus botellas en 2022 que el año anterior. Para obtener los mismos efectos de estos productos, habría que leer la letra pequeña y duplicar la dosis.


    Las complicadas matemáticas de la escatimación


    Si bien es tentador culpar a la avaricia corporativa por tomar atajos y empeorar los productos, la culpa de la escatimaflación no recae únicamente sobre los hombros de los fabricantes de alimentos: factores como la inflación pueden influir. Después de todo, al cambiar sus recetas, las empresas corren el riesgo de perder clientes frente a sus competidores. Entonces, cuando el costo de los ingredientes aumenta, la decisión de ajustar la composición de un refrigerio es, en última instancia, un cálculo de lo que los consumidores estarán más dispuestos a aceptar: precios más altos o un sabor diferente.


    Dennis Neveling, analista de investigación de Lazard Asset Management, explicó en una publicación que cuando el costo de bienes como el azúcar, el cacao y otros ingredientes aumenta, las empresas no pueden simplemente aumentar los precios para cubrir los costos. Cuando el precio de un producto sube repentinamente, los consumidores tienden a optar por una versión más barata del producto o ir a otra tienda para intentar encontrar una mejor oferta. Muchas tiendas de comestibles y minoristas preocupados por que los clientes se trasladen a cadenas de descuento presionarán a los fabricantes para que mantengan los precios bajos amenazando con retirar sus productos de la lista y no exhibirlos en los estantes. Este doble impulso, dijo Neveling, significó que las empresas transfirieran sólo alrededor del 10% al 15% del aumento de costos a los consumidores a través de precios más altos. Dijo que esa cifra estaba en su punto más alto en varias décadas, lo que significa que las empresas generalmente absorben aún más inflación.


    Es mucho más fácil para un consumidor registrar un aumento repentino de un dólar en el precio de medio litro de helado que discernir una reducción del 10% en la cantidad de grasa láctea utilizada.


    Como no pueden aumentar demasiado los precios, los fabricantes de alimentos tienen que encontrar otras formas de seguir siendo rentables. Esto generalmente significa reducir costos, lo que incluye modificar sus productos para utilizar ingredientes más baratos. Una encuesta de 2022 realizada por TraceGains, una empresa que ayuda a los fabricantes a adquirir ingredientes, encontró que de más de 300 marcas de alimentos y bebidas, el 37% había cambiado las recetas de más de 20 productos desde 2020, mientras que otro 25% había cambiado entre seis y 20 recetas. . El noventa por ciento de los encuestados culpó a la inflación por estos cambios.


    Estos ajustes a menudo pasan desapercibidos, lo que los hace más atractivos para los fabricantes de alimentos que los precios más altos. Es mucho más fácil para un consumidor registrar un aumento repentino de un dólar en el precio de medio litro de helado que discernir una reducción del 10% en la cantidad de grasa láctea utilizada. Pero la gente ha notado que sus bocadillos favoritos saben peor.


    Impacto oculto en la salud


    Además de la degradación del sabor, los cambios en las recetas realizados por grandes empresas suelen ser peores para nuestra salud. Un cambio común es sustituir el azúcar de caña por edulcorantes artificiales. Dado que estos son significativamente más dulces que el azúcar, las empresas necesitan usar mucho menos para lograr el mismo nivel de dulzor. También permiten a las empresas comercializar sus productos como "más saludables" ya que tienen menos calorías. Pero las investigaciones han descubierto que los edulcorantes artificiales son mucho peores para nosotros que el azúcar. El dulzor adicional los hace más adictivos, lo que puede hacer que las personas coman más y aumenten de peso.


    Este año, la Organización Mundial de la Salud clasificó el aspartamo, un popular edulcorante artificial utilizado en helados, cereales para el desayuno y refrescos, como posible carcinógeno, lo que significa que podría causar cáncer. En otra revisión científica, la OMS vinculó los edulcorantes artificiales con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y mortalidad en adultos. El jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, otro sustituto del azúcar, es más barato que el azúcar, pero los estudios lo han relacionado con el síndrome metabólico, un conjunto de afecciones que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes.


    El jarabe de arce Pearl Milling Company, que, bajo el nombre de Aunt Jemima, solía contener azúcar, jarabe de arce, colorantes alimentarios y sorbato de potasio, un conservante generalmente inofensivo, no contiene jarabe de arce. En cambio, contiene jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y una serie de conservantes y aditivos químicos para mantenerlo fresco. Uno de los conservantes es el benzoato de sodio, que puede convertirse en benceno, un carcinógeno conocido; Este riesgo puede aumentar durante períodos de almacenamiento más prolongados, objetivo principal de su uso como conservante. Para imitar el espesor del jarabe de arce, el fabricante añadió hexametafosfato de sodio, que se ha relacionado con irritación grave de la piel, problemas renales y pérdida de calcio.


    Incluso cambios menores, como reemplazar el aceite por agua, pueden afectar la salud, especialmente si observas de cerca tu dieta y no eres consciente de que tus productos favoritos han cambiado a lo largo de los años.


    Inflación oculta


    El aspecto más engañoso de la escatimación es que oculta el impacto del aumento de los costos. A medida que la inflación erosiona el poder adquisitivo de las personas, éstas se vuelven más sensibles a los precios. Comprar algo asequible se vuelve más importante que comprar algo de alta calidad. Las empresas responden a esto cambiando sus recetas para evitar cobrar más.


    Pero esos cambios no se miden en indicadores de inflación. Si bien las medidas de inflación como el índice de precios al consumidor pueden hacer ajustes para cambios directamente mensurables (una barra de chocolate que pasa de 2 onzas a a 1,8 onzas, por ejemplo: los economistas no pueden medir los cambios en la calidad y el sabor de los productos. Eso significa que los datos del IPC no tienen en cuenta los cambios en las recetas ni los riesgos para la salud resultantes a largo plazo, pero esos cambios representan una disminución en la calidad de vida. Esto se convierte en un problema para la Reserva Federal, que utiliza el IPC y otros datos para fijar las tasas de interés y administrar la oferta monetaria con el fin de mantener baja la inflación.


    Esta podría ser una de las razones por las que los consumidores tienen una visión de la economía tan diferente a la de los economistas. Es difícil cuantificar la sensación de pagar más por peores productos. Pero cuando medidas influyentes aparentemente destinadas a medir el nivel de vida de los estadounidenses no captan cómo están cambiando nuestras comidas favoritas, terminamos comprando productos que no sólo son más caros sino también menos agradables.

    Jairaj Devadiga es economista especializado en políticas públicas e historia económica.


    El artículo original se puede leer en inglés en este enlace


    Artículo traducido por l. Domenech



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    El vino tinto es una trifecta de sustancias químicas que pueden hacer que algunas personas se sientan fatal.


    Claire Maldarelli 


    Esta publicación ha sido actualizada. Fue publicado originalmente el 27 de diciembre de 2019.

    Beber demasiado alcohol puede provocarle a cualquiera una resaca terrible. Pero algunas personas se enferman después de un solo vaso de vino tinto, con síntomas que van desde un sarpullido con picazón y tos con dificultad hasta una migraña punzante. ¿Qué hace que el vino sea tan diferente? No hay una respuesta fácil: un puñado de sustancias en el vino, particularmente el vino tinto, pueden causar estragos en las personas desafortunadas cuyos cuerpos no pueden soportarlas. Estos son los posibles culpables de sus problemas con el vino tinto, según sus síntomas.

    Migrañas

    Para aquellos que experimentan migrañas debilitantes después de una copa de vino tinto, los culpables más probables son los congéneres, dice Leslie Bonci, dietista registrada y nutricionista deportiva. Estas sustancias se encuentran naturalmente en la mayoría de los tipos de bebidas alcohólicas, incluido el vino tinto. Los congéneres son subproductos químicos de la fermentación y dan a las bebidas sus sabores distintivos. El vino tinto es conocido por contener muchas de estas sustancias que mejoran el sabor, al igual que otras bebidas como el whisky, el ron y el brandy. Ciertos tipos de congéneres que se encuentran en el vino tinto, incluidos los llamados taninos, pueden hacer que las personas que ya son susceptibles a las migrañas sean mucho más propensas a sufrirlas. Afortunadamente, es algo bastante fácil de reconocer. Pero desafortunadamente, la mayoría de los médicos y nutricionistas aconsejan a las personas que experimentan dolores de cabeza regularmente después de beber vino tinto que lo eviten por completo. "Si alguien dice: 'Cada vez que bebo vino tinto, me duele la cabeza', entonces debería considerar cambiar al vino blanco", dice Bonci. El vino blanco no contiene los congéneres que provocan migraña, que son tan prominentes en el vino tinto.

    Sibilancias, tos y picazón

    En otras personas, el vino puede causar síntomas similares a los que se observan en las alergias alimentarias: tos, sibilancias y erupciones cutáneas con picazón. Varias sustancias diferentes que se encuentran en todos los vinos pueden causar estas "reacciones similares a las alérgicas", dice Bonci. Los sulfitos, que los enólogos de Estados Unidos utilizan a veces para evitar que el vino se eche a perder, suelen ser los culpables de los resfriados inducidos por el vino. Los sulfitos no sólo se encuentran en el vino, sino también en muchos tipos de alimentos. El parmesano y otros quesos añejos están en la lista, por lo que las personas sensibles a los sulfitos no son divertidas en las reuniones de vino y queso. "Las personas sensibles a los sulfitos pueden notar sibilancias y tos, e incluso pueden tener congestión nasal", dice Bonci.

    Pero si tiene un sarpullido que le pica o experimenta dolor abdominal, la causa más probable es otro alérgeno llamado histamina. Las personas con alergia a la histamina pueden incluso experimentar dolores de cabeza, aunque probablemente no tan intensos como las migrañas que pueden desencadenar los cogéneres, dice Bonci.

    Los sulfitos y las histaminas se encuentran en todo tipo de vino. Pero Bonci dice que existen algunas soluciones: "Los enólogos orgánicos tienden a no agregar sulfitos, así que esa es una opción", dice. Y los vinos dulces tienden a contener más sulfitos, por lo que elegir una botella seca es una apuesta más segura.

    [Leer más: No existe cura para la resaca, pero la ciencia podría facilitarla]

    Problemas digestivos

    "El vino tinto es una especie de trifecta", dice Bonci. No sólo tiene histaminas y sulfitos, sino que también tiene una proteína que se encuentra en la piel de la uva llamada LTP. Esta proteína le da color al vino tinto, pero puede inducir respuestas alérgicas en ciertas personas que incluyen enrojecimiento e incluso diarrea. Si bien no te matará (ni provocará una respuesta anafiláctica), es extremadamente incómodo. Entonces, si experimentas estos síntomas regularmente después de consumir vino tinto, puede que no valga la pena. "Beberlo realmente no tiene mucho sentido", dice.

    La moderación es la clave

    Bonci dice que lo más importante que hay que recordar sobre las intolerancias al vino es que los efectos suelen depender de la dosis. Esto significa que cuanto más vino tinto (o blanco) bebas, más probabilidades tendrás de experimentar algún tipo de reacción, y peor será. Una porción de vino tinto equivale aproximadamente a cinco onzas, dice Bonci. Pero la mayoría de la gente bebe mucho más que eso: un trago de seis onzas es estándar en la mayoría de los restaurantes, y las copas de vino pueden contener mucho más si eres tu propio barman.

    De hecho, las copas de vino tinto son intencionalmente mucho más grandes que las copas de vino blanco, porque lo que se desea es que el aire que circula a través del vino abra el aroma y abra el paladar. Esto tiene un costo para quienes tienen sensibilidad al vino. Algunas personas que serían capaces de tolerar cinco onzas de vino tinto frecuentemente podrían tener sensibilidades desencadenadas por un vaso generoso.

    Bonci recomienda sacar una taza medidora y servir cinco onzas (solo para ver cómo se ve esa cantidad de vino) para saber cuánto servirse en el futuro.

    Al final del día, el rico sabor del vino tinto puede no valer el costo de un dolor de cabeza nauseabundo o un sarpullido que pica. A veces lo mejor que puedes hacer es evitarlo por completo.


    Sobre la Autora:

    Claire Malderelli fue el editor científico de Popular Science. Tiene un interés particular en las ciencias del cerebro, el microbioma y la fisiología humana. Además de Popular Science, su trabajo ha aparecido en las revistas The New York Times, Scientific American y Scholastic's Science World y Super Science, entre otras. Tiene una licenciatura en neurobiología de la Universidad de California, Davis y una maestría en periodismo científico del Programa de Informes sobre Ciencia, Salud y Medio Ambiente de la Universidad de Nueva York. Contacta con el autor aquí.


    El artículo original se puede leer en inglés en Popular Science

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