Define la Real Academia de la Lengua (RAE) la gastronomía como el arte de preparar una buena comida, en primer lugar. Como segunda acepción dice que es la afición por comer regaladamente.
Como gastrónomo, entiende la RAE que es la persona entendida en gastronomía, y en segunda acepción señala que es aquella persona aficionada a las comidas exquisitas.
Pues me he quedado como estaba, "in albis". Es por lo que me arremango el verbo y me dispongo a definir estos conceptos por mi cuenta y riesgo.
Y como hoy tengo el día poco prosaico, pero mas versado, pues me decido a hacerlo en verso en vez de usar la prosa. Ahí va.
El Gastrónomo y la Gastronomía
Por culpa de La Buena Pitanza
así como de Galicia Gastro,
por comer en restaurantes
ya no soy el que era antes,
pues me ha crecido la panza
que ya sale en el Catastro.
Y es que la gastronomía
al volumen corporal,
el cambio le vino fatal.
Afectó a mi anatomía
y algunas señales son netas,
pues me crecieron las tetas
y se ampliaron mis confines
(bien llamados michelines).
Y no crecen otras cosas
(esas que usan las esposas)
pues no se usan al comer,
sino a la hora de yacer
(horas por cierto gozosas).
A mi me gusta comer
(y no lo voy a negar)
para después criticar
lo que acabo de catar,
y en papel después poner
lo que fue mi parecer
sobre el preciado manjar.
Es una ardua tarea
la del crítico gastrónomo,
pues hablo de lo que como
para que el mundo lo lea.
Expreso mi parecer
tras cada degustación.
A veces hay emoción,
pero otras solo es comer.
Pero no todo es comida
lo que depara el destino,
pues también yo cato vino
que ya sabéis, es bebida.
Tinto, blanco o clarete
por el morro uno se mete.
Se evalúan sus colores,
sus aromas u olores,
se bebe solo un sorbito
que se cata despacito.
Se toma después buena nota
(que es como el gourmet vota).
Es por todo este trajín
que me mantiene ocupado,
por lo que he engordado
y no me abrocha el fajín.
¿Qué si tiene solución?
Menos pan, mas ensalada.
Pero no me gusta nada
Ese menú tan simplón.
Puedo hacer mas ejercicio,
Pero me canso al inicio.
Fuera el vino y la cerveza.
Y aunque da mucha pereza,
he de comer mas verdura
que mejora la figura,
la esbeltez y la belleza.
Por ello, queridos míos,
hoy me he de plantear
si sigo en lo de catar
delicatesen y vinos,
o si debiera dejar
de tener vicios tan finos.
Pero aún mantengo esperanza
de que pueda continuar
con el placer de catar
para La Buena Pitanza
o para Galicia Gastro,
que yo no dejo ni rastro
por donde mi mano alcanza.
¿Queda claro, o no?