El pasado martes 12 de Junio, se celebró en el Restaurante España de Lugo la presentación y degustación para las personalidades, invitados y medios de comunicación asistentes de las piezas de carne del primer buey certificado por la nueva IXP Vaca Galega-Boi Galego.
Desde su arranque inicial y oficial, solo pueden pertenecer a esta indicación las vacas y bueyes nacidos, criados, alimentados, sacrificados y despiezados en la comunidad, pertenecientes estos a las razas rubia gallega, morena gallega, limusina, Asturiana de los valles, rubia de Aquitania, pardo alpina, vianesa y frisona, así como sus cruces. Los animales deberán de haber sido inscritos seis meses antes de su sacrificio, estando estos bajo el control de los ténicos de la IXP. Llegado el momento de su sacrificio, este solo se podrá hacer en una de las ocho industrias cárnicas acreditadas.
Con el fin de evitar posibles engaños que se pudieran dar, buey y vaca se certifican por separado, con lo que el consumidor tendrá las suficientes garantías de trazabilidad para que sepa que está comiendo uno u otro al precio que corresponde a cada cual, pues es bien conocido que la carne de buey duplica el precio de la de vaca y mas, y no todo el mundo es capaz de distinguir una de otra.
La alimentación principal de estos animales es mediante el pastoreo y el uso de forrajes ensilados y hierba seca. El periodo de acabado mínimo será de al menos seis meses, con el fin de que el animal alcance el grado óptimo de infiltración grasa. Las piezas de carne se mantienen refrigeradas, sin que puedan ser congeladas a lo largo del proceso de obtención, maduración y comercialización. El tiempo de maduración de cada pieza se decide en función de nivel de engrasamiento de esta, y es necesario para que el producto sea tierno, sabroso y jugoso al degustarlo.
M. Ortega, de Ganados Ortega, criador del primer buey sacrificado por la IXP |
Los hermanos Paco y Hector López |
- Dobre caldo de Boi Galego coa súa picanha e chícharo bágoa. Al sabroso caldo de carne de buey, hay que añadirle la sutil presencia de los guisantes lágrima al derramar el liquido de su interior tras morderlos ligeramente.
- Agulla de Boi Galego en "Boi-Roll". Una elaboración que permite apreciar diversas texturas y sabores para acompañar a la carne de la aguja de buey.
- Steak Tartar de Boi Galego con xerma picante e tuétano a grella. Altas espectativas puse en este plato al conocer el menú, y ahí se quedaron al degustarlo. A pesar del picorcito del aliño, es perfectamente reconocible el delicado y característico sabor de la tiernísima carne de buey, a la que acompaña una finísima tosta de pan frito. Un plato sobresaliente.
- Croca de Boi Galego grellado, zume de asado, trufa e cantarelo. Notable combinación de sabores y aromas, carne, setas, trufa y caldito, para acompañar a una sonrosada carne al punto y muy tierna con las verduritas.
- Ravioli de xarrete de Boi Galego con emulsión de Pataca de Galicia. Otra delicatessen que Hector se saca de su imaginativa chistera para sorprendernos agradablemente con una espléndida mezcla de texturas y sabores. Suave la emulsión de patata y al dente la lámina de pasta.
- T-Bone de Boi Galego. Y por fin llegó el momento esperado por todos, la carne de Buey tal cual, sin nada que pueda distraer su paso por boca, salvo las lascas de sal, claro. Bien atemperada la carne, y característico su exquisito sabor mezclado con un trocito de su grasa para disfrutarlo en boca, tal y como mandan los expertos. La verdad es que, aunque para disfrutar de un chuletón de estos hay que hacer un importante desembolso, a quien disfruta de la carne seguro que no le importa darse el gusto de cuando en vez, pues no hay nada que lo iguale.
Y para finalizar un postre fresco a base de helado de limón con frutos rojos, delicioso. Se acompañó la pitanza con vinos de la bodega chantadina Vía Romana, blanco y tinto VR Barrica.
En resumen, un menú degustación de lujo nos preparó Hector para la ocasión en la que el Buey Galego era en ingrediente transversal con presencia en cada plato, salvo el postre, y la verdad sea dicha es que la casa se lució tanto en su preparación, como en la atención a los invitados por el servicio de sala encargado de servir a las mas de sesenta personas convocadas al evento.
Un comentario final para dar la bienvenida a la nueva IXP Vaca Galega e Boy Galego a la que le deseamos el mayor de los éxitos desde Galicia Gastro y La Buena Pitanza, por lo que supone de afianzamiento de la calidad de las carnes procedentes de Galicia, y por la tranquilidad que le da al consumidor el poder conocer la procedencia y trazabilidad de estos maravillosas productos.
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