Laura Baisas
Un dolor de cabeza puede ocurrir entre 30 minutos y tres horas después de consumir tan solo un vaso pequeño de vino tinto. |
Aún se desconoce por qué algunas personas son más susceptibles que otras.
Una copa de vino tinto puede combinar bien con una cena de pavo, pero beber incluso una pequeña cantidad puede provocar dolores de cabeza en algunas personas. El temido "dolor de cabeza por vino tinto" puede ocurrir entre 30 minutos y tres horas después de consumir tan solo un vaso pequeño. En un estudio publicado el 20 de noviembre en la revista Scientific Reports, un equipo de la Universidad de California en Davis y la Universidad de California en San Francisco informa que pueden haber encontrado al culpable.
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Cuestionando la quercetina
El equipo cree que un flavanol que se encuentra naturalmente en los vinos tintos puede interferir con el metabolismo habitual del alcohol en el cuerpo, lo que puede provocar dolor de cabeza. Este flavanol se llama quercetina y se encuentra en múltiples tipos de frutas y verduras, incluidas las uvas. La quercetina se considera un antioxidante saludable e incluso puede tomarse como suplemento, pero puede convertirse en un problema cuando se metaboliza junto con el alcohol.
"Cuando llega al torrente sanguíneo, el cuerpo lo convierte en una forma diferente llamada glucurónido de quercetina", dijo en un comunicado el coautor del estudio y químico vitivinícola de UC Davis, Andrew Waterhouse. "De esa forma, bloquea el metabolismo del alcohol". El resultado final es una acumulación de una toxina llamada acetaldehído.
"El acetaldehído es una toxina, una sustancia irritante e inflamatoria bien conocida", dijo en un comunicado el coautor del estudio y microbiólogo de UC Davis, Apramita Devi. "Los investigadores saben que los niveles altos de acetaldehído pueden provocar enrojecimiento facial, dolor de cabeza y náuseas".
Se sabe que un medicamento llamado disulfiram que se receta a los pacientes para ayudar a tratar la dependencia del alcohol y desalentar el consumo de alcohol causa estos mismos síntomas si se consume alcohol. El disulfiram también hace que el acetaldehído procedente del consumo de alcohol se acumule cuando una enzima del cuerpo normalmente lo descompondría. Aproximadamente el 40 por ciento de la población del este de Asia también tiene enzimas metabolizadoras del alcohol que permiten que el acetaldehído se acumule en su sistema.
"Postulamos que cuando las personas susceptibles consumen vino incluso con cantidades modestas de quercetina, desarrollan dolores de cabeza, particularmente si tienen una migraña preexistente u otra afección de dolor de cabeza primaria", dijo en una declaración Morris Levin, coautor del estudio y neurólogo de la Universidad de California en San Francisco. “Creemos que finalmente estamos en el camino correcto hacia la explicación de este misterio milenario. El siguiente paso es probarlo científicamente en personas que desarrollan estos dolores de cabeza, así que estad atentos”.
Apaga las luces
Según el equipo, la luz solar aumenta los flavanol que causan dolor de cabeza en las uvas cultivadas para hacer vino.
“Si se cultivan uvas con los racimos expuestos, como se hace en el Valle de Napa para sus cabernets, se obtienen niveles mucho más altos de quercetina. En algunos casos, puede ser de cuatro a cinco veces mayor”, afirmó Waterhouse.
Los niveles de quercetina pueden diferir según cómo se elabora el vino, incluido el contacto con la piel durante la fermentación, los procesos de clarificación e incluso el envejecimiento.
El estudio advierte que todavía hay muchas incógnitas sobre las causas de los dolores de cabeza por vino tinto. Si bien comprendemos mejor los procesos biológicos detrás de los dolores de cabeza por vino tinto, sigue siendo un misterio por qué algunas personas siguen siendo más susceptibles a ellos que otras. El equipo está trabajando para comparar vinos tintos que contienen mucha quercetina, como el shiraz, con aquellos que no tienen tanta para probar su teoría de que la quercetina está realmente detrás de los dolores de cabeza del vino tinto en las personas. También sienten curiosidad por saber si las enzimas de las personas que sufren dolores de cabeza por vino tinto a menudo son inhibidas más fácilmente por el flavanol o si este grupo se ve afectado más fácilmente por la acumulación de la toxina acetaldehído.
"Si nuestra hipótesis tiene éxito, entonces tendremos las herramientas para comenzar a abordar estas importantes preguntas", dijo Waterhouse.
El artículo original en inglés se puede leer en Popular Science
El artículo científico está Publicado en inglés en Nature Scientific Reports
Sobre la Autora:
Laura Baisas es redactora de noticias científicas y cubre una amplia variedad de temas, pero le fascinan especialmente todo lo acuático, la paleontología, la nanotecnología y la exploración de cómo la ciencia influye en la vida diaria. Laura es una orgullosa ex residente de la costa de Nueva Jersey, una nadadora competitiva y una feroz defensora de la coma de Oxford.
Artículo traducido por L. Domenech
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