Los alimentos básicos se encarecen hasta un 583% del campo al supermercado


Consumo y Alimentación

La asociación FACUA ha realizado un análisis comparativo sobre el precio en origen y en los puntos de venta de una decena de productos entre los que hay frutas, verduras, legumbres y aceites.

FACUA-Consumidores en Acción ha detectado un encarecimiento de hasta el 583% en el precio de determinados alimentos básicos en los supermercados con respecto a su precio en origen. Esta es una de las conclusiones que se extrae del estudio que ha realizado la asociación donde ha comparado la cuantía que se le paga al agricultor por producir un producto con el precio al que posteriormente lo compra el consumidor en los puntos de venta.

En este análisis se han tenido en cuenta una decena productos entre los que hay frutas, verduras, legumbres, aceites de oliva y aceites de girasol. Los precios en origen se han obtenido y/o calculado con los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación relativos a la semana del 20 al 26 de enero de 2025, última sobre la que hay registros. 

La toma de precios en supermercados (Mercadona, Dia, Alcampo, Hipercor, Eroski y Carrefour) se ha realizado el día 4 de febrero de 2025. Para calcular el precio medio en los puntos de venta, la asociación ha tomado de referencia únicamente las marcas blancas o productos a granel, que suelen ser los precios más bajos del mercado. 

A todos los precios del súper se le ha restado el IVA (el 4% en frutas, verduras, legumbres y aceites de oliva y el 10% en aceites de girasol) para ambos precios, tanto en origen como en los puntos de venta, sean antes de impuestos.

El kilo de limones se paga actualmente en origen a 0,30 euros, mientras que en los puntos de venta cuesta, de media, 2,05 euros (un 583% más).

El agricultor cobra unos 27 céntimos por cada kilo de cebollas, mientras que en súper esta verdura se vende a 1,44 euros (un 433% más).

El kilo de garbanzos cuesta en el supermercado, de media, 2,12 euros. Es un 300% más de lo que se le paga al productor por ese mismo producto (0,53 euros/kg). 

El kilo de manzanas golden le cuesta al consumidor en los puntos de venta 1,96 euros, mientras que en origen su precio es de apenas 57 céntimos el kilo (diferencia del 243%).

El kilo de zanahorias está en los súper a 0,96 euros de media, mientras que al agricultor cobra unos 30 céntimos por cada kilo que produce de esta hortaliza (diferencia del 220%).

Las patatas también alcanzan un 161% de diferencia entre su precio en origen (0,44 euros/kilo) y su precio de venta al público (1,15 euros/kilo).

En las peras conferencia, la diferencia llega al 131%: en origen se paga a 0,90 euros/kilo mientras que en los supermercados está a 2,08 euros/kilo de media.

Mientras que el agricultor cobra a 0,95 euros/kilo por las lentejas que cultiva, los consumidores las compran en el súper a 1,93 euros (un 103% más caras).

En cuanto al aceite de oliva, el precio medio del virgen extra de marca blanca es de 6,00 euros en las principales cadenas de distribución. En cambio, el agricultor recibe 3,95 euros por cada litro que produce (diferencia del 52%).

En el aceite de girasol, la diferencia de precio entre origen (1,19 euros/kilo) y puntos de venta (1,61 euros) alcanza el 35,3%.

FACUA lleva años pidiendo a los gobiernos que impongan un doble etiquetado, de manera que los consumidores puedan conocer cuánto han cobrado los agricultores por los productos que se venden en los supermercados. El doble etiquetado ofrecería la posibilidad de conocer qué empresas inflan más sus márgenes de beneficio y cuáles castigan más al sector primario obligándoles a ajustar excesivamente sus precios.

 

Artículo publicado con la autorización del Departamento de Comunicación de FACUA 

El artículo original se puede leer en FACUA.Org

 

Addendum del editor del blog

Hace unos días que tuve conocimiento de este artículo publicado en la web de FACUA, que me pareció importante por su contenido. Hoy leo en Bissines Insider otro artículo sobre el mismo asunto, e intentando explicar las. razones de esta escalada en os precios según avanza el producto en la cadena de distribución, pero no me parece suficiente por la razon que expondré al final.

En Bussines Insider, Cristina Fernández Esteban, periodista colaboradora de la revista digital nos explica como funciona el proceso de fijación del precio final de un producto intervienen muchos factores en lo que se conoce como cadena de distribución y lo que explica, aparentemente, el incremento de precios de un producto. Es necesario transportar los alimentos, almacenarlos, empaquetarlos, y estas tareas las hacen intermediarios que se encargan de ello. Pero, ¿esto justifica la abismal diferencia entre el precio que recibe el agricultor y el que se paga en tienda?

Nos avisa Cristina que "a la hora de hacer comparaciones y analizar las diferencias de precios entre los diversos escalones de la cadena comercial es necesario tener algunos aspectos claros. No hay que confundir el margen bruto (diferencia entre el precio en origen y el final) con el beneficio, que es el resultado de restarle al margen bruto los costes directos e indirectos asociados a los diversos procesos de comercialización".

Añade que "desde que un tomate es plantado en la huerta hasta que lo compras en la frutería o en el supermercado, pasan muchas cosas. Producirlo y recolectarlo ya supone un coste principalmente por la mano de obra, el agua y otros suministros, fertilizantes y fitosanitarios, abonos…

Después el producto debe ser transportado y almacenado, para posteriormente manipularlo y envasarlo, lo que sube el precio teniendo en cuenta la mano de obra, pero también la merma del total de estos productos, que no llegan a las condiciones suficientes para subir el próximo escalón, según informa el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

A continuación, los productos se transportan hasta grandes plataformas logísticas para su posterior distribución.  De ahí viajarán al punto de venta final: tienda, mercado, supermercado o gran superficie. Todo esto va incrementando en céntimos el precio final, en razón de costes de embalajes, envases, personal, electricidad, transporte, agua, tasas, etc.

Según el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) de COAG, las cebollas aumentan un 591% del cultivo a la tienda; El limón roza los 0,35 euros por kilo en origen, pero se vende a 2,27 euros en los supermercados, lo que quiere decir que su precio se multiplica un 549% en su llegada al consumidor. En el caso de las aceitunas de mesa, su precio se multiplica 6,47 veces del origen a la tienda: los agricultores perciben 1,18 euros, mientras que el kilo se comercializa 7,63 euros en el punto de venta.

Según el IPOD de enero, el precio de los productos agrícolas desde su origen hasta el consumidor final se ha cuadriplicado en el primer mes de 2025. De media, suben un 273% del campo a la mesa. En lo relativo a los productos ganaderos, el incremento también es notable: lo hacen un 195%. 

En cuanto al Índice de Precios de Consumo (IPC), ha registrado un incremento de dos décimas en su tasa interanual, alcanzando el 3%. En enero, la cesta de la compra subió un 1,22%, impulsada especialmente por el alza en bebidas, carne y lácteos.

FACUA también ha detectado un encarecimiento de hasta el 583% en el precio de determinados alimentos básicos en los supermercados (Mercadona, Dia, Alcampo, Eroski, Alcampo y Carrefour) con respecto a su precio en el campo. Así, además del caso de limones o cebollas, la organización señala una diferencia del 300% en los garbanzos o de más del 200% en las manzanas golden.

Una forma de reducir estos intermediarios y pagar precios más justos es comprar directamente a los productores, por ejemplo, a través de cooperativas. O en la frutería de barrios, que normalmente se abastece en  los 'merca',  y que ha tenido menos pasos intermedios.

Los agricultores también dan salida a su producción, con una venta más directa del campo al supermercado. Esto conlleva, en cambio, la entrada en la cadena de plataformas que, según denuncian los agricultores, suponen uno de los eslabones en los que más se encarece el precio en origen.

"Los consumidores tenemos que resignarnos con lo que está ocurriendo, porque realmente no tenemos reales alternativas en el mercado. No podemos comparar entre supermercados, no podemos comparar entre distintas superficies porque la especulación sigue ahí", manifiesta la organización, que señala directamente como responsable a los supermercados.

Puede que estas sean las razones que justifican un pecio final de un alimento básico, pero no me parece justo, pues suponiendo que a un productor de limones que le pagan 30 céntimos de euro por un kilo de su producto, le pagaran 60 céntimos por la misma cantidad de producto, como seguiría siendo un kilo de este, los sucesivos valores añadidos en la cadena de distribución no tendrían por que verse afectados por ello, y la subida del productor aparecería reflejada en el precio final con un aumento de 30 céntimos mas. Eso sería lo normal y lo justo, pero no es así. El aumento del coste en origen se aprovecha para incrementar los margenes comerciales y el beneficio en toda la cadena, y siendo así, si se entiende el por que de estos márgenes tan elevados.

Esto no sería posible, si en la información del producto aparecieran los márgenes aplicados a lo largo de la cadena de distribución. Solo así se evitarían los abusos. 


 

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